Segunda victoria a principios de año desde que subimos en el 2000, como para andar protestando. Las sensaciones y esas cosas no valen para nada cuando te enfrentas al Espanyol de Aguirre. Rascar, pico, pala, rascar otra vez y a plantar el muro. Se sufrió menos de lo que se escribió, por inercia y esas cosas. 30′ apretando un poco los dientes, haciendo como que nos daba miedo romper con las rachas ya históricas. Oriol marginado, metiendo culo a Colotto y Moreno, tintes Lewandowskianos (por lo de bajarla aun estando contra cuatro, pero éste tenía que esperar una hora hasta ver a algún conocido), no hay recambio. Salió Sanjurjo-Maté con poco tiempo para que sonara la txirrina, alargó la zarpa y dijo que aquí no jugaba ni dios.
Llegan Lobato y Acuña para completar el roster. Al primero se le nota Sabadell, bíceps pictórico-tribal y de todo. Huele a pretemporada en la Zona Hermética o así, con pavas (y pavos), untados en aceites, perreándole a un palo de metal. Pintaza de fichaje rándom. Los maños y el Reading, del que se comió a Royston Ricky, lo echaron atrás a última hora. Así que no descartemos que cumpla y se le renueve. Llega el paraguasho y es difícil no sentir bastante asco ante el hecho de coleguear con los Pina-Pozzo. Aunque lo que verdaderamente debería ilusionar a la parroquia es que parece que vamos a pescar en el moribundo Pueblo Cántabro. No creo que se valore en su justa medida la importancia de que tengamos un delantero beltza fallón, ente canalizador de la conexión grada-césped, sonrisa profiláctica, amigo de mis amigos, 4 goles por temporada.
Hoy parece que juegan todos sus bichos, así que a intentar soporizar al personal, aburrimiento total, palmar de dos como mucho y a ver. Honor a los que lo intenten y que sus centrales no se carguen a Oriol. Ya si eso que pite Clos Gómez para compensar lo de hace tres semanas y risas. La apuesta es que estamos con diez antes del 70′ y acabamos con nueve, a ver a cómo se paga en Reta.
Hemos estado ahí 
